¿Vivir en un piso de alquiler con mascotas?

Perros, gatos, pájaros, peces… Son muchas y muy variadas las mascotas con las que se puede compartir el día a día, pero ¿qué pasa con ellas cuando se decide vivir de alquiler?

La ley
Un animal puede ser para mucho como un miembro más de la familia, pero a la hora de vivir de alquiler, se debe tener en cuenta otra opinión más: la del propietario.
¿Puede el dueño de un piso de alquiler no permitir que en su inmueble haya animales? Según laLey de Arrendamientos Urbanos, el casero puede prohibir la pertenencia de animales en su domicilio arrendado.
Así, si se es inquilino y se está pensando tener mascota, se debe comentar al casero. Meter un animal en el piso de alquiler sin permiso es motivo suficiente para rescindir el contrato.

El tamaño sí importa
Tanto el tamaño del animal, como el del piso de alquiler… hay que utilizar el sentido común, porque aunque el propietario no tenga inconvenientes, no es correcto meter en un apartamento pequeño un animal que necesite mucho espacio. No sería bueno ni para la mascota, ni para el inquilino.

La comunicación inquilino-propietario
La comunicación entre propietario e inquilino es fundamental. Si ya se vive en un piso de alquiler y se plantea tener una mascota, se debe hablar tranquilamente; lo más seguro es que no hay ningún problema. Si se está buscando piso de alquiler y se tiene un animal con el que compartir casa, hay que dejarlo claro desde el principio. Ante cualquier inconveniente, lo mejor es demostrar que la mascota es inofensiva, está bien educada y que cuidará del piso de alquiler tanto como inquilino o más.

El propietario
Si se es arrendador de un inmueble, de entrada, se debe desterrar la idea de que un animal destrozará la casa o los muebles. Si el animal está bien educado, puede ser un inquilino perfecto
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